Yo no escogí esta profesión… ella me escogió a mí.
Flordisseny no nació como un simple negocio, sino como la continuación de una pasión que corre por mis venas. Soy Sheila, hija de floristas. Desde niña viví rodeada de flores, aprendiendo a admirar su belleza y su delicadeza. Desde que tengo memoria, ellas han sido mi lenguaje, mi refugio y mi forma de entender el mundo.
La historia comenzó en 1972, cuando mis padres, pioneros en Castelldefels en el arte floral, abrieron su primera tienda en el corazón de la ciudad. Su amor por las flores creció con el tiempo, igual que el negocio, convirtiéndose en parte de la vida de muchas personas. Raro es quien en Castelldefels no haya recibido alguna vez un ramo nacido de sus manos.
Crecí en ese universo de aromas frescos, observando cómo mis padres no solo vendían flores, sino que las transformaban en emociones. Ver su entrega y la forma en que tocaban la vida de los demás despertó en mí la certeza de que ese también sería mi camino. Lo llevo en la sangre: las flores son mi forma de contar historias.
En Flordisseny creamos con el corazón, con la sensibilidad de quien entiende que cada pedido es un instante único en la vida de alguien. Nos formamos constantemente, exploramos nuevas tendencias y nos dejamos inspirar tanto por la naturaleza como por la historia de cada cliente. Porque cada flor tiene su tiempo, su mensaje y su manera de brillar.
Si vives en Castelldefels o vienes de visita, te invitamos a descubrir nuestro espacio, donde el trato cercano es tan importante como cada detalle de nuestras creaciones. Y si estás lejos, nuestra tienda online está siempre abierta para llevar un pedacito de nuestra esencia hasta ti.
Para nosotros, las flores son emociones, son suspiros, son recuerdos que permanecen en la memoria. Y así las vivimos: con alma, con pasión, como la vida misma.